"Desde el inicio del proyecto, hace tres meses, hemos recibido numerosos testimonios por SMS: acoso sexual en colegios y casos de incesto en familias. Las denuncias fueron hechas por estudiantes de entre 16 y 21 años" (Myrna Muryelle Bakekolo, coordinadora de proyecto de la Association Dynamique Plurielle en Congo, ganadora de uno de los fondos otorgados por el PARM de APC).

El relato de Bakekolo es uno entre muchas otras historias alentadoras acerca de cómo mujeres estudiantes de secundaria, mujeres y niñas de Congo que aprendieron a usar diversas tecnologías pudieron señalar casos de abuso, sensibilizar a su entorno en relación a sus experiencias y ayudar a otras a luchar contra la violencia que enfrentan (1). Las mujeres y las niñas de este y otros proyectos realmente ¡Dominaron la tecnología!, como esperaba el Programa de apoyo a las redes de mujeres de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (PARM de APC) al otorgarle pequeños fondos a organizaciones de base.


El trabajo del PARM de APC con las organizaciones de Congo brinda experiencias de vida reales que son invalorables para los debates que se suscitan en foros internacionales, como la próxima quincuagésimo-quinta sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por su sigla en inglés) cuyo tema este año es “mujeres, tecnología y educación”.


Pequeños fondos para proyectos de APC


A través del fondo ODM3: ¡Dominemos la tecnología!, el PARM de APC repartió pequeñas subvenciones de hasta 5 mil dólares entre más de 60 organizaciones locales y en su mayoría comunitarias para la implementación de proyectos que utilizan las TIC para luchar contra la violencia hacia las mujeres y las niñas, además de capacitarlas para ello. Las beneficiarias de estos fondos fueron organizaciones de 12 países de África, América Latina y Asia. En África, los países donde se otorgaron subvenciones fueron: República Democrática del Congo, Congo, Sudáfrica y Uganda; mientras que en Asia, las ganadoras fueron de Camboya, Filipinas, Malasia y Pakistán. En América Latina, Argentina, Brasil, Colombia y México.


En Congo, fueron 5 las organizaciones que recibieron pequeños fondos: la Association Dynamique Plurielle (Asociación dinámica plural) de Brazzaville, la Association Femmes Solidaires (Asociación mujeres solidarias), también de Brazzaville, la Jeunes Infrastructure et Développement (CJID, Jóvenes, infraestructura y desarrollo), Comptoir Juridique Junior (Barra jurídica junior) y Handicapés Sans Frontières (Discapacitados sin fronteras) de Punta Negra.


Compartir experiencias: proyectos de pequeñas subvenciones en Congo


Proyecto 1: prevención de acoso sexual en colegios mediante telefonía móvil


Con un innovador proyecto titulado ‘Prevención de acoso sexual en colegios mediante teléfonos móviles”, la Association Dynamique Plurielle trabajó con 250 estudiantes, 30 profesores y personal administrativo en uno de los colegios secuandarios más grandes de Brazzaville, llamado Savorgnon de Brazza.


En cuanto a los logros del proyecto, Myrna Muryelle Bakekolo, coordinadora del mismo, señala que gracias a los fondos recibidos pudieron realizar numerosas jornadas de sensibilización para estudiantes y profesores/as, a fin de hacerlos/as tomar conciencia de qué es el acoso sexual en el contexto de un colegio. También se hicieron jornadas para familiarizar a los y las estudiantes con las leyes Portella y Potignon, que prohíben las relaciones entre profesores/as y estudiantes y protegen a los/as menores. Bakekolo también agrega que 3 veces por mes envían SMS sobre leyes relevantes a los estudiantes. Para fomentar la participación de los/as estudiantes, Bakekolo explicó que se hicieron competencias de SMS entre ellos/as sobre el contenido de las leyes y los/as ganadores de estas competencias recibieron vales para navegar por internet y tiempo en línea.


“Desde el inicio del proyecto, hace 3 meses, recibimos varios testimonios por SMS: acoso sexual en los colegios y casos de incesto dentro de las familias. Las denuncias fueron hechas por estudiantes de entre 16 y 21 años”, señala Bakekolo. “También registramos ejemplos de violencia perpetrados por telefonía móvil, por ejemplo, chicas que se quejan de haber recibido SMS no deseados de parte de sus colegas”.


Aunque el proyecto ha tenido bastante éxito, Bakekolo menciona alguno de los desafíos que enfrentan a la hora de implementarlo. Uno de esos desafíos es que algunos muchachos del colegio están interesados en participar pero no pueden porque se trata de una iniciativa que apunta específicamente a las chicas. En relación a las leyes existentes, Bakekolo lamenta la inexistencia de una ley sobre acoso sexual.


Proyecto 2: prevención de acoso sexual en colegios mediante telefonía móvil


En una iniciativa similar, el Comptoir Juridique Junior trabaja con 200 estudiantes del colegio secundario Pierre Tchicaya Bomampire y otro secundario técnico y comercial, OCH, de Punta Negra. Desde que comenzó el proyecto, se realizaron numerosas reuniones con estudiantes y profesores/as en amboos colegios con el fin de crear conciencia sobre qué es violencia hacia las mujeres y las niñas. También hubo sesiones sobre derechos humanos, violencia y atención psicológica. Además, se envían alrededor de 200 SMS todos los meses. Igual que en el caso del primer proyecto, se organizan competencias sobre la información intercambiada y las ganadoras reciben tickets para navegar en internet.


En cuanto a los resultados positivos del proyecto, la coordinadora del mismo, Severa Mpassi, declara que “haciendo el seguimiento de la violencia hacia mujeres y niñas en los colegios, registramos testimonios de estudiantes y profesores/as. Las escuchamos y les prestamos apoyo psicológico”. Para el futuro, la prioridad es formar formadoras en el área de violencia y TIC, concluyó Mpassi.


Proyecto 3: capacitar a mujeres y madres jóvenes con VIH/Sida y a sobrevivientes de violencia para brindar apoyo psicológico y usar radio e internet


Gracias a esta iniciativa, la Asociación Mujeres Solidarias de Brazzaville forma a mujeres y niñas infectadas y afectadas por el VIH/Sida, así como a las sobrevivientes de violencia a brindar apoyo psicológico a otras y a usar internet. La mayoría de estas mujeres no tienen educación formal. Algunas son desempleadas y otras son vendedoras de mercado. La forma más común de violencia que mencionan es la violencia doméstica, perpetrada por maridos y parientes al enterarse de que viven con VIH. La directora ejecutiva de la asociación, Emma Ursula Tsoulou, agrega que algunas mujeres encuentran violencia en los hospitales, donde denuncian ser víctimas de abuso, discriminación y estigmatización.


Desde el inicio del proyecto, fueron 30 las mujeres que recibieron capacitación y para el final la Asociación Mujeres Solidarias espera haber capacitado a 50 mujeres. En relación al taller de apoyo (counselling), Tsoulou dice que “fueron 20 mujeres y madres jóvenes capacitadas para escuchar, aconsejar y guiar a mujeres y niñas infectadas con VIH, víctimas de violencia, que vienen a nuestro centro en busca de apoyo. Desde que terminó el taller, las consejeras vienen como voluntarias al centro 3 veces por semana”. Tsoulou comenta que 10 mujeres recibieron capacitación informática básica y aprendieron a usar internet. Más adelante, estas mujeres aprenderán a usar blogs. “También iniciamos una serie de programas radiales sobre violencia con mujeres y niñas involucradas en el proyecto que hablan sobre sus experiencias, sus derechos y la violencia vivida, para crear conciencia y promover el activismo”, agrega.


En cuanto a las dificultades que encuentran las mujeres, Tsoulou explica que la escasa cantidad de computadores que hay en los centros hace que ellas tengan que usar los cibercafés, cuyo costo suele ser prohibitivo.


Proyecto 4: lucha contra la violencia hacia las mujeres en los medios y entre las que tienen capacidades diferentes mediante el uso de fotografías e internet


Handicapés Sans Frontières, una organización de Punta Negra, Congo, trabaja con 60 periodistas y mujeres con capacidades diferentes para educar, denunciar y buscar soluciones y acabar con la violencia de la que son víctimas, además de ayudarlas a romper el silencio. Hasta ahora, se realizaron 2 talleres de concientización con 60 mujeres sobre los derechos de las mujeres y cómo luchar contra la violencia hacia ellas en los medios y en círculos de mujeres para las que tienen discapacidades.

Veinte mujeres recibieron formación básica en el uso de internet y blogs.


La presidenta de Handicapés Sans Frontières, Georgette Medja, señala que las 20 mujeres con capacidades diferentes y periodistas que participaron del taller crearon direcciones de correo electrónico (en los casos en que no tenían) y blogs para documentar la violencia ejercida contra mujeres y niñas con capacidades diferentes en Punta Negra. Medja declara que las periodistas también intercambian información por SMS y correo electrónico, además de producir programas de radio y televisión que hablan sobre la violencia a la que se ven enfrentadas.


Como resultado de este trabajo, Medja observa sin embargo que “ya hemos recibido al menos 8 casos de abuso de mujeres y hombres con discapacidad que le derivamos a nuestra organización asociada, Comptoir Juridique Junior, otra beneficiaria de los fondos de APC, para que les brinden asistencia legal. También enviamos algunos casos a los hospitales de Punta Negra. Los 8 casos incluyeron denuncias de prostitución forzada y rechazo por parte de parientes.”


Medja indica que algunos de los desafíos que enfrentan las mujeres con discapacidad en cuanto al acceso a internet es que la mayoría de los cibercafés no son son de fácil acceso. Otro problema es la lentitud de la conexión a internet y los cortes de energía, que enlentecen el progreso. Para el futuro, concluye Medja, “nos proponemos movilizar recursos adicionales para sensibilizar acerca de la violencia hacia las mujeres a quienes venden prensa y tenemos que hacer que se escuche la voz de las mujeres y las niñas con capacidades diferentes”.


Recomendaciones a la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer


En el contexto de las declaraciones de las beneficiarias de Congo, se plantearon varios desafíos para presentar en la 55a sesión de la CSW. Dichos desafíos van desde la falta de computadores adecuados, hasta la carencia de fondos y capacitadoras. Este tipo de problemas enlentece y a veces, llega a frenar todo esfuerzo de uso de las TIC para luchar contra la violencia hacia las mujeres y las niñas. Dado que el acceso al conocimiento y la libertad de expresión son marcos claves para medir el avance o la falta del mismo, es esencial que se consideren los siguientes puntos planteados por las beneficiarias de las pequeñas subvenciones durante los debates políticos que se desarrollen en la CSW:


- Se necesita una línea de socorro para las llamadas relacionadas con violencia hacia mujeres y niñas.

- Se necesitan fondos y capacitadoras que puedan establecer lazos entre las TIC y la lucha contra la violencia hacia mujeres y niñas.

- Se necesitan más computadores y conectividad a internet.

- Es necesario considerar la forma de hacer que los cibercafés se vuelvan accesibles para mujeres y niñas con capacidades diferentes.

- También es necesario encontrar alternativas al uso de la electricidad, ya que el uso de internet se ve afectado por los cortes intermitentes de energía.

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