En 2004, 52 mil mujeres sufrieron violencia, 91% en manos de sus maridos, compañeros o novios y cerca de 2.500 de esas mujeres sufrieron violencia sexual. Los ataques sexuales contra mujeres también ocurren en hospitales, cuarteles de policía, colegios y sanatorios. Es más, la guerra interna de Colombia es una fuente de violencia de género.

El tráfico de mujeres colombianas involucra a un importante número de jóvenes mujeres que se ven tentadas a salir del país con promesas laborales y luego se encuentran atrapadas en redes de tráfico.

Alrededor de 50 mil mujeres colombianas se ven atrapadas en las redes de prostitución del exterior del país y a muchas se las obliga a consumir drogas. En el interior del país, las mujeres se ven forzadas a prostituírse por la violencia interna, sobre todo en manos de las milicias, los paramilitares o las fuerzas armadas.

Las mujeres que viven en zonas de conflicto suelen ser víctimas de violencia sexual y explotación como trabajadoras domésticas por parte de las organizaciones armadas. Sus tierras quedan en manos de los militares o de terratenientes locales con poder. En 2007, 90 mujeres de zonas en conflicto fueron condenadas a muerte sin intervención de la justicia. Las mujeres son cabezas del hogar en 67,8% de las familias desplazadas de las zonas en guerra. Hay tráfico de mujeres y niñas en las zonas de conflicto, donde se ven obligadas a unirse a las partes de dicho conflicto. En 2007, había entre 7 y 8 mil niños y niñas incorporados a las fuerzas armadas en conflicto. En las milicias urbanas, 25% eran chicas jóvenes.

En Colombia, existe una ley sobre violencia de género y también sobre tráfico de mujeres.

Treinta y ocho por ciento de la población utiliza internet con regularidad. Casi 13% tiene servicios de internet en el hogar y 87% de las familias tiene al menos un celular. Alrededor de 36% de la población usuaria de internet son mujeres. El gobierno de Colombia le ha prestado especial atención a las políticas de tecnologías de información y comunicación (TIC), ofreciendo programas de alfabetización en TIC e inclusión de TIC en las áreas marginadas.

A su vez, las TIC se usan para promover la prostitución y la pornografía que se produce en el país a través de internet y los teléfonos celulares. El gobierno realizó una campaña para promover el “uso saludable” de internet y proteger a los niños y niñas. Los movimientos sociales y de mujeres también han utilizado las TIC para hacer campañas, apoyar a las sobrevivientes y presentar imágenes de mujeres libres de estereotipos en los medios.

 

Recomendaciones

Para el gobierno: el país necesita adoptar acciones urgentes para terminar con la violencia de género en los espacios públicos, privados e institucionales, en el conflicto armado interno y en la esfera simbólica. Existe la necesidad de unificar todos los sistemas de información y fortalecer el Comité interinstitucional contra el tráfico para evitar crímenes y asistir a las víctimas. Si bien hay leyes que apuntan a evitar la violencia hacia las mujeres y castigar a los perpetradores, no existen políticas públicas para erradicar dicha violencia de género. En el área de las TIC, el gobierno ha hecho progresos en el uso de las mismas y en los programas de acceso universal. Todavía queda mucho por hacer y es necesario tomar medidas para impedir el uso de las TIC en la violencia de género. El gobierno debe actuar para proteger a las mujeres en zonas de conflicto, donde son víctimas de diversos tipos de violencia (económica, social y sexual).

Para las organizaciones de la sociedad civil: Las organizaciones deberían empezar a usar las TIC de manera estratégica para evitar la violencia de género a través de campañas, investigación, información y análisis. Difundir buenas prácticas sería un camino para colaborar en la superación de la violencia de género.

Publication date

Year of publication

2009

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