Durante el 54º encuentro de la Comisión sobre el Estatus de la Mujer fue difícil llegar en tiempo y forma a varios de los paneles debido a la intensiva agenda gubernamental y no gubernamental de eventos vigente. Heike Jensen, la autora de este artículo, destaca que otra de las correrías que muchas de las mujeres presentes debieron encarar fue la de correr tras el “Punto J” en medio de tantos temas, paneles y edificios.
Pero luego de tanto correr la sensación es que todo lo relativo a la sección J de la Plataforma de Acción de Beijing y sus determinaciones sobre las mujeres y las tecnologías de información y comunicación quedó relegado a un lugar marginal en las agendas.
Jensen explica las razones que encuentra para que haya sucedido lo anterior e insiste en que las feministas deben conseguir influenciar a nivel de las estructuras de gobierno y los mecanismos de recaudación para lograr sustanciales modificaciones. La autora recorre los puntos ciegos y las brechas que conforman el mapa en el que se intenta encontrar al Punto J, sin mucho éxito hasta el momento.
Visto lo sucedido en Nueva York ¿qué hacer con respecto al Punto J? Una campaña de cara al próximo encuentro de mujeres podría ser una herramienta eficiente para visibilizar y estimular este punto estratégico que parece tan difícil de hallar.
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