Este artículo explora los deseos marginados y la necesidad que tienen las personas de manifestar dichos deseos en internet, en particular cuando puede no ser seguro para ellas el hacerlo fuera de línea. Se llama la atención a la necesidad de proteger los derechos individuales a interactuar en línea para intercambiar contenido y expresar deseos, así como la necesidad de la seguridad digital para la protección de datos e identidades. El artículo también trata las nociones de identidad y comunidad, así como la necesidad de crear espacios seguros (que contemplen la necesidad de denunciar la violencia padecida en línea).



El deseo es el sentimiento de querer algo o tener ganas de algo. En este artículo se trata del deseo de querer, o tener ganas de, obtener satisfacción sexual, o de emprender una exploración de una necesidad o atracción sexual. Esta es una definición amplia que incluye tanto la fantasía como la práctica sexual en torno a un deseo o necesidad.



Un deseo marginado es cualquier deseo que esté fuera de la ‘norma’ o centro. El centro es donde se encuentran la heteronormatividad y los deseos tipo ‘vainilla’ (1), justo afuera del centro se encuentran los ‘aderezos’ del deseo por personas del mismo sexo, que se vuelve parte del centro de forma creciente. Los movimientos gay y de lesbianas han trabajado muy bien para asimilarse a la heteronorma, y ahora tienen su propia homonorma, a la vez que toman distancia de los deseos trans y queer. Fuera de esta homonorma es donde se encuentran las ‘coberturas’ y las ‘guarniciones’, en los márgenes.



¿Qué cosa es el deseo y qué cosa es perjudicial?



Puede haber confusión acerca de cuándo un deseo es perjudicial o no. Se tiende con gran facilidad a agrupar todos los deseos como deseos dañinos. Es importante señalar que el hecho de que un cierto deseo nos haga sentir incómodos no significa que sea dañino. Para algunas personas resulta incómodo ponerse a pensar en el deseo homosexual, el poliamor, el BDSM (servidumbre y disciplinamiento, dominio y sometimiento, y sadomasoquismo), principalmente porque estas prácticas cuestionan sus propios deseos. Vean la maravillosa charla de Alyssa Royse titulada Tu sexualidad, para conocer más acerca de este tema. La actividad sexual ética, respetuosa y consensuada, entre dos o más adultos, no es dañina, y los ámbitos donde estos deseos se manifiestan deberían ser protegidos, tanto en línea como fuera de línea.



Cuando un deseo o actividad sexual no es ética, respetuosa o consentida, entonces se la puede considerar dañina. El consentimiento es importante aquí porque hay quienes sostienen que los/as menores pueden dar su consentimiento. Esta es una zona bastante gris. Mi opinión personal es que los/as menores son menores, y que no puede esperarse que una persona menor de 18 años pueda dar su consentimiento de manera informada. Mi postura se apoya en el argumento de que la actividad sexual con menores, animales y personas muertas no puede ser considerada ética, porque las personas involucradas no pueden dar su consentimiento.



Aquí también es importante distinguir entre deseo y conducta. Desear es tener ganas de, o anhelar una actividad particular, y puede permanecer bajo la forma de una fantasía. La conducta hace referencia a obedecer el deseo propio.



Nota sobre la identidad e internet



Para algunas personas es casi imposible encontrar a otras con quienes hablar de sus deseos sexuales en los ámbitos fuera de línea y, por lo general, esto se debe al estigma social o el miedo a sentirse avergonzadas. Internet proporciona un espacio para crear una identidad anónima que puede usarse para explorar lugares en los cuales una persona pueda hablar de su deseo. Además, da lugar a que esos deseos e identidades puedan manifestarse de manera segura, a la vez que posibilita el acceso a información, como guías de sexo seguro para la expresión concreta del deseo (Nip 2004).



Si se está de acuerdo con Judith Butler, como yo, la identidad se concibe como algo que se hace o se desempeña, como algo performativo (Butler 1990). La idea que un individuo tiene acerca de quién es él/ella va a incidir en su desempeño, y se comportará de la manera que considere adecuada a lo que esa persona entiende que es. En el caso de los deseos marginados – al igual que ocurre con otras identidades – internet puede considerarse como un espacio performativo o de desempeño – a veces el único – para ensayar la identidad propia.



Cover (2012) sostiene que los sitios de interacción social en internet deben ser considerados concretamente como espacios performativos, porque proporcionan un estrado para que uno/a presente su identidad ante la comunidad digital con la que está interactuando. Esto se vincula particularmente con el alza de la popularidad y la aceptación que han alcanzado las redes sociales como Facebook y los sitios web como FetLife, donde buena parte del tiempo que las personas pasan en ellos tiene que ver con el cuidado de la identidad propia, a través del mantenimiento de los detalles del perfil y del contenido con el que se interactúa. Estos espacios son útiles en tanto proporcionan a las personas la ocasión de ‘probar’ una identidad en un entorno bastante seguro (en comparación con los entornos fuera de línea).



Crear espacios seguros



Al crear un espacio seguro, internet ayuda a crear un sentido de pertenencia en aquellas personas que pueden haber sentido que estaban completamente solas en su deseo específico. Las personas pueden encontrar una comunidad de interés y a menudo también una comunidad de práctica que comparta la misma necesidad de explorar su deseo sexual. Estas comunidades de interés, como FetLife (parte de la comunidad BDSM) no necesariamente tienen espacios específicos para explorar la sexualidad, pero permiten que uno/a cree un espacio o una conversación y construya su propia comunidad de interés y de práctica dentro de la comunidad más amplia.



Facebook, Twitter, YouTube, Tumblr y WordPress (por nombrar algunos) también proporcionan espacios para que una busque, integre o construya comunidades de interés y/o comunidades de práctica. Estos espacios son posibles gracias a que existe internet. Sin embargo, involucran riesgos relativos a la exposición y al uso de los datos personales, más que nada debido a los intereses empresariales y gubernamentales.



Internet puede constitutir un ‘(ciber)refugio)’ para esos grupos que no pueden contar con un espacio físico a causa del temor al estigma, la violencia y la persecución (Friedman 2007). Internet hace posible que individuos con un deseo sexual particular puedan salir a la búsqueda de quienes se les parecen, o de quienes respetan su derecho a investigar su deseo, y así formar una comunidad de interés. Proporciona un espacio para que estas personas aprendan a partir de la experiencia compartida, a la vez que se les asegura el anonimato para que puedan explorar sus deseos de manera segura (Davis 2010; Hillier and Harrison 2007; Mehra et al 2004).



El ostracismo que enfrentan los deseos marginados exige que algunos individuos tengan que reunirse en espacios digitales para fortalecer su identidad social, y esto puede dar lugar a la creación de comunidades en línea. Un estudio de caso que destaca esta situación es la investigación sobre Orkut realizada por el equipo de investigación brasileño de EROTICS y la comunidad “Contra el prejuicio inter-etario” (3).



Debido a la marginación que enfrentan los grupos y las personas fuera de línea, es importante que internet se visualice como un espacio seguro para la exploración del deseo sexual. Sin embargo, dichos grupos e individuos también corren riesgos en línea, porque los grupos conservadores pueden interpretar el contenido generado por esos grupos como contenido dañino.



Tal como explica la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones en la descripción del proyecto EROTICS, preocupa que los grupos conservadores “promuevan nuevas leyes que consideren toda interacción sexual en línea como depredadora, y todo contenido exclusivo para adultos como pornografía”. Hacer tal cosa sería ignorar e invisibilizar la necesidad de muchas personas de tener acceso a información acerca de su sexualidad, su salud sexual y sus derechos sexuales en internet.



Deseo y perjuicio: espacios para denunciar daños



Las personas que manifiestan sus identidades y deseos sexuales en internet pueden atraer a sus iguales a interactuar con ellas en línea. Sin embargo, también se exponen al riesgo de provocar conductas indeseables, como el acoso o la violencia.



La violencia que se manifiesta en internet no deja de ser una forma de violencia. Los ámbitos ya mencionados, como Facebook, Twitter, YouTube, Tumblr, WordPress y FetLife deberían ofrecer vías para la denuncia de incidentes violentos (hostigamiento, ciber-violación, etc.), y deberían ocuparse de dichos incidentes, además de poner en vigor políticas relativas específicamente al manejo de la violencia en línea.



En la medida en que seguimos integrando y sumando nuestras vidas digitales/en línea a nuestras vidas fuera de línea, es necesario darse cuenta de que los riesgos digitales a los que están expuestos los individuos son reales, y otorgarles la misma importancia que se les da fuera de línea.



Proteger los deseos marginados y sus comunidades



La necesidad de proteger la manifestación de los deseos marginados puede dividirse en dos áreas:



- La necesidad de proteger el derecho a intercambiar contenido y expresar deseos en línea.



- La necesidad de seguridad digital para proteger datos personales e identidades.



Hay un esfuerzo constante y que debe continuarse, que se ocupa de los derechos de los individuos a explorar su identidad sexual, y los protege de las leyes conservadoras que podrían considerar que cierto contenido es dañino o indecente cuando no lo es. Nuevamente es importante distinguir entre deseo y daño. Cuando el contenido no es ético, responsable o consensuado, entonces es válido argumentar en contra de que ese contenido esté disponible en línea.



Observaciones finales



Al crear espacios en línea para que los deseos se exploren, expresen, manifiesten e investiguen, continuamos con nuestro trabajo de desestabilización de la atracción gravitatoria hacia el centro. ¿Qué quiero decir con esto? Quiero decir que continuamos alejándonos de las recetas acerca de qué es deseo ‘normal’ y qué es patológico. Creamos espacios para explorar y nos movemos a través de esos espacios para dar lugar a la expresión sana del deseo, para que más personas puedan tener la oportunidad de decir “hey, no estoy solo/a”.



Para finalizar, es necesario seguir protegiendo el derecho de manifestar la identidad propia mientras trabajamos para desplazar la fuerza gravitatoria que atrae hacia el centro. Mientras los gobiernos y las corporaciones continúen aumentando su interés en internet, y se movilicen por la regulación de los entornos digitales, quienes trabajan por lo derechos en internet y los derechos sexuales tienen que monitorear el cambiante entorno digital y protegerlo de la mejor manera posible de los intereses corporativos y los grupos de presión conservadores.



Apéndice



La seguridad digital es necesaria para todo individuo que emplea internet y comparte allí sus datos personales. Para quienes comparten allí sus deseos sexuales, proteger los datos personales y la identidad es de una importancia aún mayor. Aquí se listan unos pocos consejos básicos para proteger los datos personales y la identidad cuando se está en línea:



1. Crea una página en una plataforma segura, sea un blog o un sitio web.

2. Aségurate de entender cabalmente los términos y condiciones de la plataforma digital que usas. Cerciórate de entender qué implica el hecho de crear e intercambiar contenido en ese espacio.

3. Utiliza una dirección de correo anónima, de preferencia de fuente encriptada, cuando vayas a crear tu cuenta y tu perfil.

4. No compartas información que no querrías que fuera rastreada o que aparezca en otros lugares, en caso de que tu cuenta o sitio sean pirateados.

5. Si intercambias información personal hacia afuera del espacio digital, usa una fuente encriptada como riseup.net (email) o surespot (chat). Estate atento/a a los posibles cambios de las condiciones de privacidad de esos sitios. Además, ten en cuenta que no cualquier comunicación puede encriptarse, por ejemplo, si envías un correo electrónico desde riseup.net a una dirección de Gmail, no se puede garantizar la seguridad de los datos de ese correo electrónico.

6. Denuncia cualquier forma de hostigamiento ante la administración de la página y presiona hasta que hagan algo al respecto.

7. Si padeces algún acoso o violencia en línea, dirígete a ¡Dominemos la tecnología! y mapéalo.



Referencias:



- Butler, J. 1990. Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity. London: Routledge.



- Cover, R. 2012. “Performing and undoing identity online: Social networking, identity theories and the incompatibility of online profiles and friendship regimes”. En Convergence: The International Journal of Research into New Media Technologies. Vol 18 (2). Pp 177 – 193.



- Davis, T. 2010. “Third spaces or heterotopias? Recreating and negotiating migrant identity using online spaces”. En Sociology. Vol 44 (4). Pp 661 – 677.



- Deacon, D. et al. 1999. Researching Communication. London: Arnold.



- Friedman, E. 2007. “Lesbians in (cyber)space: the politics of the Internet in Latin American on- and off-line communities”. En Media Culture Society. Vol 29 (5). Pp 790 – 811.



- Hillier, L. y Harrison, L. 2007. “Building realities less limited than their own: young people practising same sex attraction on the Internet”. En Sexualities: studies in culture and society. Vol 10 (1). Pp 82 – 100. Sage Publications, London.



- Mehra, B., Merkel, C. y Peterson Bishop, A. 2004. “The Internet for Empowerment of Minority and Marginalized Users”. En New Media & Society. Vol 6 (6). Pp 781 – 802.



- Nip, J. 2004. “The relationship between online and offline communities: The case of the Queer Sisters”. En Media, Culture & Society. Vol 26 (3). Pp 409 – 428.



Foto de una conversación sobre deseos marginados e internet en el Encuentro global sobre género, sexualidad e internet en Malasia en 2014.

(1) Una metáfora tonta, pero que creo útil.


(2) Tal vez debería hacerse saber que en los espacios digitales las personas están constantemente volviéndose ellas mismas, al igual que ocurre fuera de línea. Cuando los individuos interactúan en línea se requiere una cierta confianza acerca de que las personas son quienes dicen ser y que, a menos que se establezca otra cosa, es esa información la que debe tenerse en cuenta al interactuar con el individuo. Por ejemplo, alguien puede identificarse como transgénero aunque todavía no se vista de acuerdo a su identidad de género elegida.


(3) Puede leerse más sobre esta investigación en http://erotics.apc.org/research/online-sexual-publics-and-debate-interne... o en http://www.genderit.org/articles/erotics-brazil-complex-universe-sexuali....

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