Uno de los puntos de la Declaración del Foro de Organizaciones Feministas realizado durante la XII Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y El Caribe (1) afirma que es necesario: “Garantizar que las nuevas tecnologías sean herramientas para facilitar el acceso a la información y la rendición de cuentas, a través de leyes de transparencia y del uso y promoción de datos abiertos.” Además de “Combatir el control de la información y el espionaje electrónico para que de ninguna manera se utilicen para criminalizar a defensoras de derechos humanos y movimientos sociales”.



El ataque que sufrió la página web de la Red Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe confirma que promover la defensa de los derechos de las mujeres debe ser una constante.



En esta oportunidad y en una entrevista especial para GenderIT.org conversamos con Sandra Castañeda Martínez (2), coordinadora general de la RSMLAC, quien nos ayuda a visualizar la dimensión que está tomando la violencia en internet.



Florencia Flores Iborra: ¿Desde la RSMLAC cómo analizan o explican el ataque que ha recibido el sitio web de la organización?



Sandra Castañeda Martínez: Realmente esta situación nos tomó por sorpresa. No teníamos una experiencia previa en el hackeo a la página web, o de bloqueo en las redes sociales. Pero no creemos que se trate de un ataque casual. Durante este año en la RSMLAC hemos desarrollando una estrategia de comunicación muy importante, apelando a los diferentes medios alternativos.



Resolvimos tener una presencia activa en las redes. Trabajamos fuertemente en las cuentas de Facebook y Twitter, con una actividad cotidiana, constante, muy intensa. Estamos dedicando mucho tiempo al tuiteo de mensajes, ya que queremos posicionar los temas de coyuntura en la región. Como red es nuestra intención hacer eco y difundir el estado de situación de los países, sobre el estatus de los derechos humanos de las mujeres, y en particular sobre los derechos sexuales y reproductivos.



En este sentido el hostigamiento que hemos sufrido como organización ha sido progresivo y de formas cada vez más agresivas. Se nos denunció por lo menos en tres oportunidades con difundir “temas inadecuados”, por lo cual se nos bloqueó la cuenta de Facebook durante tres días (25 de abril, 14 de mayo y 19 de mayo).



También nos bloquearon la cuenta por denuncias de falsa identidad (9 de mayo), razón por la cual nos fue cerrada la página de Facebook. Es por ello que decidimos reabrir otra cuenta en el mes de junio, que nuevamente fue bloqueada por Facebook, por denuncias de dudosa identidad, cerrándose definitivamente.



Continuando con esta cadena de acosos, los días 19 y 20 de septiembre. En nuestras redes sociales propusimos como parte de la campaña #28SAbortoLegal, un álbum de fotografías, así como unos afiches para usar durante la campaña con nuestras redes aliadas, recibiendo como respuesta comentarios en Twitter que penalizaban moralmente nuestra propuesta.



El corolario a esta situación de persecución digital, se dio el 21 de septiembre, cuando nuestra página web fue hackeada y por lo que, actualmente permanece inactiva.



Me interesa destacar que los contenidos que publicamos en nuestra página web, Facebook y Twitter, están destinados únicamente a la promoción de actividades que hacemos a nivel institucional, además de difundir la información de las acciones que realizan nuestras organizaciones afiliadas.



Afortunadamente nosotras estábamos trabajando en el rediseño del sitio, por ello y a modo de respaldo redireccionamos todos los contenidos a un blog y desde allí actualizamos toda la información. Por este motivo no perdimos muchos datos, pero siempre es una dificultad tener que empezar de cero. Este tipo de ataques nos complican el trabajo. Realmente es un obstáculo para continuar con nuestra tarea.



FFI: Luego del ataque al sitio ¿qué desafíos tuvieron que enfrentar como organización?



SCM: En cuanto a los desafíos, a partir del hackeo se nos ha planteado la necesidad de priorizar la seguridad de la información que publicamos.



No es casualidad que cada uno de estos ataques se han desarrollado en fechas emblemáticas, precisamente cuando estamos haciendo acciones concretas para conmemorar y actuar en fechas como el 28 de mayo (Día internacional de la salud de la mujer), o el 28 de septiembre (Día internacional por la despenalización del aborto), por mencionar algunos ejemplos.



El hecho de que estos temas quieran sancionarse e invisibilizarse, no solo es premeditado, sino que además implica una vulneración a los derechos de las mujeres, a la libertad de expresión, al derecho a manifestarse.



El problema es más profundo y radica en que para organizaciones como la nuestra, donde trabajamos con temas que generan polémica y resquemores en los sectores más conservadores, los medios de comunicación tradicionales no son interlocutores válidos. Necesitamos ganar espacios en los medios alternativos y la web es un lugar estratégico para expresarnos.



El hecho de denunciar esta situación fue una acción clave para la Red Salud. De hecho y gracias al apoyo de las organizaciones que trabajan con nosotras, hemos podido hacer visible el problema.



Asimismo y a partir de las redes supimos que por esas fechas hubo un congreso de hackers y parece que es una práctica común el seleccionar páginas de poblaciones vulnerables, para robarles información y/o bloquear sus sitios.



Tenemos muchas incertidumbres sobre quién fue el responsable del hackeo, de dónde viene el ataque, pero lamentablemente hemos confirmado que la violencia que sufrimos las mujeres en el mundo real también se traslada a la web.



A diferencia de otros ataques, en nuestro caso fue una agresión a nivel institucional. Sabemos de experiencias de compañeras que han sufrido intimidaciones en sus cuentas personales tanto de Facebook como de Twitter.



Hemos detectado que cada red tiene un modo diferente de ejercer violencia. En el caso de Facebook, hemos recibido mensajes directamente desde la cuenta de administración del sistema. En Twitter en cambio, las agresiones se efectúan de una forma distinta y más directa. En esta plataforma una está más expuesta y muchas veces los insultos vienen por parte de los/as usuarios/as.



Lamentablemente quienes trabajamos en estos temas, estamos acostumbradas a este tipo de violencia. Sin embargo, es importante no naturalizar esto tipo de agresiones y ser conscientes de que se trata de una violación a nuestros derechos.



FFI: A partir de esta experiencia ¿cuál es la reflexión que hacen como organización?



SCM: Yo creo que el análisis que debe hacerse surge de la pregunta acerca de ¿cómo es el acceso a la comunicación de las organizaciones feministas?



Para las organizaciones de este tipo, la comunicación plantea muchos problemas. En la mayoría de los casos, utilizar las redes, apropiarse de las tecnologías es la única forma posible para expresarnos, para promocionar y posicionar nuestra agenda sin que nos pongan filtros, sin que nos editen, sin que nos manipulen la información.



Si no detenemos estas agresiones, si no peleamos para mantener estos espacios, corremos el riesgo de quedarnos sin voz. Esta es una preocupación que tenemos en la RSMLAC y entendemos que el trabajo en red posibilita un mayor impacto en la denuncia del problema. Es fundamental estar unidas en esta batalla.



Una enseñanza que nos dejó esta situación, ha sido el hecho de detectar que tanto los medios como los productos comunicacionales pueden ser vulnerados y en este sentido estamos trabajando en fortalecer la seguridad de cada uno de ellos.



Por otra parte, recientemente tuvimos la posibilidad de participar en la XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (3), que se centró en la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y las tecnologías de información y comunicación.



Esta instancia nos permitió visibilizar la importancia del análisis que debemos dar en torno al rol que tienen las TIC en el trabajo que desarrollamos las organizaciones de mujeres en general y particularmente aquellas que promovemos los derechos sexuales y reproductivos.



Como red fue muy relevante participar de esta discusión. Una vez iniciado el debate entendimos que se hace fundamental analizar el tema del aporte de las TIC a nuestro trabajo. Inevitablemente, la especificidad y prioridades de las agendas de cada organización nos han dividido. Es necesario que sumemos propuestas, que vinculemos los temas entre colectivos. Este diálogo nos va a ayudar a fortalecer las prioridades, a transversalizar la agenda.



Actualmente existen diversas maneras de activismo y es importante aprovechar la trayectoria y experiencia que ya tenemos. Debemos trascender las formas particularidades y apelar a una mirada más integral.



Nos quedan muchos temas por abordar, tenemos que seguir conquistando espacios.Estos ataques nos demuestran que es necesario seguir luchando por defender nuestros derechos y por manifestarnos libremente.



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El proyecto: “Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea” cuenta con el apoyo del Fondo para el Liderazgo y las Oportunidades para las Mujeres (FLOW) del Ministerio Holandés de Relaciones Exteriores (DGIS). Más información: http://www.apc.org/es/node/15192_

(1) La Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), es una organización feminista de tercer nivel, que a través de la investigación, la incidencia política y la educación popular busca favorecer las condiciones de salud y bienestar integral de las mujeres de la región. El 21 de septiembre el sitio web de RSMLAC, fue atacado e inhabilitado.

(2) Sandra Castañeda Martínez es Coordinadora General de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe.

(3) La XII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe se realizó en Santo Domingo, República Dominicana durante los días 15 y 18 de octubre de 2013. Más información: http://www.eclac.cl/12conferenciamujer

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