Las preguntas del test no permiten que nadie quiera pasar por ingenuo y decir que se pueden tomar a risa. La introducción dice: “¿Madura el K.O.?”, e invita a los varones a un ejercicio de respuestas múltiples sobre las excusas, métodos, momentos, periodicidad y duración de la “sesión adoctrinante”, o sea del ejercicio violento del poder masculino para dominar a su pareja y “aleccionarla”.


Las preguntas y opciones que plantea el test son condenables. “1. ¿Qué excusa usás para golpear a tu mujer? A. Los fideos estaban fríos. B. Te miró “con esa cara”. C. Tuviste un mal día en el trabajo. D. No hace falta una excusa.


2. En cuanto a métodos: A. Un puño envuelto en un repasador no deja marcas. B. El famoso cachetazo de proxeneta: con la cara externa de la mano derecha yendo en sentido diagonal de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha. C. Tirás el plato (el de los fideos fríos, por ejemplo) al suelo y cuando se agacha a limpiar el enchastre la aleccionás con un puntapié en las costillas. D. Te gusta improvisar.


3. Es su día especial (aniversario, cumpleaños, etc.): A. La maltratás menos que de costumbre y le pedís perdón luego de hacerlo. B. La llevás a pasear para humillarla en público. C. Le pegás con el cinto, pero sin la hebilla. D. No tenés idea cuándo es ese día y la golpeás si te insinúa algo.


4. ¿Con qué frase terminás la lección?: A. “Te pego porque te quiero”. B. “Y no me hagas calentar de nuevo”. C. “Así se te van a ir esas ideas extrañas”. D. “¡Trola barata!”.


5. Cuando le preguntan por sus “marcas de amor”, ella: A. Dice que se cayó por las escaleras. B. Dice que sos un amante temperamental. C. Te pide permiso para contestar. D. No la dejás verse con otras personas, no tienen por qué inmiscuirse en tu relación.


6. ¿Cada cuánto la aleccionás?: A. Sólo cuando se lo merece. B. Un par de veces al mes. C. Lo que indique la rutina del gimnasio. D. La mano pide.


7. En una sesión adoctrinante: A. Le das hasta que quede morado. B. Aflojás cuando se te acalambra la mano. C. Versión Ginóbili: períodos de 10 minutos con descanso de dos. D. El balcón está cerrado, Monzón dixit”.


Y las respuestas: mayoría de respuestas A: “Sos tierno y atento a los pequeños detalles”. Mayoría de respuestas B: “Todo un padre de familia”. Mayoría de respuestas C: “El típico macho latino”. Mayoría de respuestas D: “Espontáneo”.


La reacción del movimiento de mujeres y feminista argentino no se hizo esperar. Las listas de distribución electrónicas que permiten el trabajo en red de cientos de mujeres a nivel nacional ardieron durante varias horas en el ciberespacio argentino. En poco tiempo, el Movimiento de Mujeres de la provincia de Córdoba, hizo llegar una denuncia al Instituto Nacional contra la Discriminacion, la Xenofobia y el Racismo. A esta denuncia se agregó la de la red PAR (Periodistas de Argentina en Red por una comunicación no sexista), consensuada por decenas de periodistas de ambos sexos en todo el país, y la legisladora Diana Maffia, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y la senadora nacional Marita Perceval, presentaron ante sus cámaras legislativas proyectos de declaración de repudio por la publicacion del “Test Tyson” en la versión electrónica de la revista Hombre.


La legisladora Diana Maffia señala con certeza que la introducción al test en cuestión deja al descubierto el tipo de mentalidad autoritaria y represora que existe tras el mismo. Dice en su presentación que “en un texto anterior a las preguntas y respuestas que conforman el test se menciona: “Si ves una mina golpeada y pensás ‘algo habrá hecho’, esto es para vos”. De más está señalar que la frase citada constituye una expresión misógina, que justifica la violencia contra las mujeres y que, por si esto fuera poco, alude a un lamentable sentido común que la última dictadura militar que sufrió nuestro país intentó fortalecer: la convicción de que las víctimas de las violencias son responsables de las mismas y las merecen”.


Por su parte, la senadora Perceval afirma que “la violencia contra las mujeres humilla, lesiona, degrada y mata. Los medios de comunicación tienen que asumir, en este sentido, un rol activo en la lucha por su erradicación, dejando de lado abordajes revictimizadores y sexistas”.


En Argentina, las estadísticas dicen que el 42% de las mujeres víctimas de homicidio en el país, fueron asesinadas por sus maridos, novios o parejas y que existen diversos grados de violencia contra la mujer en 1 de cada 5 parejas. En los dos primeros meses de 2008, murieron 33 mujeres y niñas de distintos sectores sociales como víctimas de la violencia contra las mujeres. No resulta para nada “entretenido” que un medio de comunicación dirigido al sexo masculino tome a risa o naturalice situaciones que son dolorosas para muchas mujeres y que pueden llevar a la muerte.


Cuando el Programa de apoyo a las redes de mujeres de APC lanzó en 2006 la Campaña “Dominemos la tecnología”, lo hizo pensando en la necesidad de que las mujeres se apropien de las TIC para luchar contra la violencia hacia las mujeres. En este caso argentino, el dominio de las TIC, aun de las herramientas mas simples como el correo electrónico y las listas de distribución alertó al movimiento de mujeres y feminista sobre una situación de violencia hacia las mujeres en una publicación electrónica, permitió el trabajo en red para una rápida respuesta e incluso reunió adhesiones a los proyectos de repudio de las legisladoras, quienes también recurrieron a las TIC para que en escasas 48 horas sus cámaras legislativas resolvieran repudiar el hecho.


De más está decir que el “Test Tyson” desapareció del ciberespacio. Los “creativos” lo bajaron apresurados, pensando que iban a poder frenar el escándalo. Quizá no hayan pensado que con ese entretenimiento de “happy hour” estaban violando garantías constitucionales que hacen al respeto a los derechos humanos de todas las personas, y en este caso particular, los correspondientes a las mujeres.

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