En México tenemos un refrán que dice “mujeres juntas, ni difuntas” quiere decir que las mujeres no podemos trabajar/colaborar en equipo por razones diferentes como: la envidia, celos, protagonismo, entre muchas otras, los refranes tienen una carga cultural y una tradición machista que nos recuerda que los pactos del mundo fueron construidos por hombres.

Infinidad de veces hemos escuchado “trabajo mejor con hombres, con las mujeres no puedo”, “esa vieja me hizo la vida imposible en la oficina” pero también “mis amigas son mis mejores confidentes y consejeras” o “que haría sin mis amigas”

¡Lo sé!, contradictorio.

Pero también hemos dicho: “ya viste como va vestida” o “seguro la ascendieron por andar de coqueta”.

Detengamos la lectura un momento y reflexionemos sobre lo que hacemos día a día. Todas en alguna ocasión hemos dicho cualquiera de esas frases. ¿Verdad?

¿Sorori qué?

Cuando explico esto en alguna charla, concluyó diciéndoles que la medicina para esta enfermedad entre las mujeres es la: sororidad, “¿Sorori qué?”, responden muchas y muchos, “Sororidad”, un término desconocido sobre todo por las mujeres.

“¿Sorori…qué?”, significa hablar de un pacto entre mujeres, para y por mujeres.

Yo conocí el significado de sororidad a la mala, en un proceso de empoderamiento, de reaprenderme y después de mucha violencia entre compañeras.¿Tú cómo conociste la sororidad?

Marcela Lagarde define la sororidad como “una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer”.

Pueden leer el texto Pacto entre mujeres, sororidad

Sororidad, soridad, sisterhood, es distinguir entre mujeres una autoridad, un poder, una fuerza, pero respetarlo, no juzgarlo, sin jerarquizar, pero tampoco creer ciegamente que todo lo podemos, sino asumir que todas desde nuestro espacio somos un eslabón y que trabajar juntas nos hace más fuertes.

Para entender por qué se da la enemistad o la revancha entre mujeres lo podemos ver por dos factores, la rivalidad y la competencia.
¿Por qué ocurren? Son muchos los factores y muchas las conclusiones a las que llegamos, entre nosotras estas actitudes son “normales”, pero hemos optado por estas prácticas machistas para ocupar espacios, mantener o asegurar un control y hasta proteger lo que es nuestro.

Lagarde explica que las mujeres hemos sido enviadas a los ámbitos privados donde no existe una jerarquía – a diferencia del espacio público donde todo es jerarquías de poder- por lo que al vernos como iguales necesitamos encontrar herramientas para destacanos, porque también nos han enseñado que para destacanos lo que importa es el poder.

Hemos optado por estas prácticas machistas para ocupar espacios, mantener o asegurar un control y hasta para proteger lo que es nuestro

Entonces podemos entender cuando las mujeres –sobre todo las ancestrales- tuvieron prácticas en los espacios públicos muy masculinizados, por qué aprendieron que ejerciendo un poder masculino se adquiere todo.

Ahora una de las luchas como feministas es reconocernos, sabernos y ser hermanas, por que las causas se conquistan creando vínculos solidarios.

Sororidad 2.0

Probablemente llegaron a esta parte del texto y se preguntan qué tiene que ver la sororidad con internet, las tecnologías de la información y etcétera. ¡Tiene que ver todo!

En diferentes textos hemos hablado del derecho al acceso a internet y la necesidad de que como mujeres se garanticen nuestros derechos en los espacios en línea, es decir una navegación y creación libre de violencia, poder reunirnos, expresarnos, manifestarnos, en cualquiera de las plataformas y garantizar que no seremos víctimas de vigilancia o nuestra privacidad no se verá afectada.

Pero, no somos sororidarias.

La sororidad en el acceso a internet y en el uso de las tecnologías de información debe ser definida como la hermandad entre las mujeres ante al empoderamiento y la apropiación digital.

Estamos luchando por un acceso a internet justo e incluyente, con el cual se respeten nuestros derechos

Las brechas persistentes para las mujeres tienen que ver con la falta de acceso por diversos motivos: económicos, educativos, sociales y culturales. La sororidad digital llega como una acción de acompañamiento entre mujeres.

Es decir, estamos luchando juntas por un acceso justo e incluyente, con el cual se respeten nuestros derechos. Entre mujeres podemos hacer una diferencia.

Sororidad en tiempos digitales

Hasta aquí hemos entendido entonces que la sororidad digital es la hermandad entre las mujeres ante el empoderamiento y la apropiación de las tecnologías.

¿Qué podemos hacer para fomentar la sororidad entre las mujeres internautas? Tomen nota:

-Enseñar: para algunas mujeres es más fácil, para otras es complicado aprender a usar las tecnologías de la información, ¿qué debemos hacer? Enseñar y apoyar a las mujeres que no saben cómo usarlas, dónde buscar, cuáles son sus derechos. La lista puede ser muy amplia, pero es más sencillo entre nosotras explicar y socializar estos temas.

-Capacitar y compartir: Sé que nos cuesta trabajo y dinero aprender, pero compartir estos conocimientos entre las mujeres significa hermandad y no debemos construir barreras entre lo que sabemos y lo que compartimos.

En un ambiente que avanza y evoluciona segundo a segundo, la capacitación y la actualización son necesarias, por lo que compartir conocimientos es indispensable.

También es importante dar una mirada a las prácticas que resultan negativas:

-Chisme digital: aceptémoslo, es muy divertido saber qué están haciendo nuestras “amigas de redes sociales” qué foto subieron, con quién tienen una relación, etc., y esta práctica es común tanto en la vida fuera de internet como en la pantalla de nuestro smartphone. Pero a esto le podemos agregar el uso de las capturas de pantalla para que se vuelvan “reales”. No todo lo que vemos en internet es real, probablemente esté exagerado, o sólo sea una parte de la historia. Antes de comenzar o hacer un chisme por algo que vemos en internet, debemos preguntar.

-No reenviar violencia: vemos algo y lo compartimos. Vemos que a alguien la están acosando y lo compartimos, pero probablemente si alguien está acosando, molestando a otra persona, nos hacemos como que no pasa nada. La violencia que se genera en internet no es broma. No se comparte y punto.

Yo no reenvío la violencia

Una compañera envía un meme o nude de una chica de la misma escuela, lo descargas, te ríes, burlas y muestras la foto a los que están a tu alrededor. Pero eso no se queda ahí. Seleccionas la imagen y la reenvías a tus contactos. Esta acción se puede repetir muchas veces y finalmente la foto será vista por miles de personas, porque enviarlas es “fácil”, “un chiste”, “una broma”.

Pero…

¿Cuál es el impacto que puede tener esa imagen enviada sin autorización y que busca violentar a una mujer?

Un ejemplo de esta cultura de violencia actual se discute en la serie de Netflix “13 razones por”

Una de las campañas sororidarias en internet es la creada por las amigas de Dominemos la tecnología llamada “Yo no reenvío violencia. Asume el compromiso”. Y trata justamente de esto: detener la violencia generada en línea.

La campaña dice:
Estoy firmemente en contra de la violencia hacia las mujeres.
NO reenviaré ningún tipo de mensaje, video o fotografía de la violación o humillación de alguien.
NO reenviaré ningún tipo de mensaje, video o fotografía que viole el derecho de otra persona a la intimidad.
NO reenviaré la violencia.

Actúa

• Ayuda a crear un movimiento cada vez más grande de personas que se comprometen a detener la violencia. Visita www.takebackthetech.net y ponte en movimiento.
• Haz una insignia y ponla donde todo el mundo la vea. Si alguien te pregunta, ¡inicia una conversación!
• Organiza un debate con tu familia y amigos/as, en tu escuela o en línea, incluso discutan el tema y aporten ideas sobre cómo detener la transmisión de la violencia.

¡Es nuestra responsabilidad como usuarias sororidarias detenerla en un clic!

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