Photo

Es un honor para mí presentar esta edición de GenderIT.org, que reúne artículos sobre algunos de los aspectos más importantes de la violencia contra las mujeres (VCM) relacionada con la tecnología, hasta ahora no bien entendida por el público en general, los gobiernos o las instituciones. Gran parte del material de este número se basa en una extensa investigación realizada por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) y sus siete socios. En mi calidad de ser una de las socias e investigadoras sobre el terreno en Paquistán, soy testigo de la naturaleza innovadora de esta investigación y su fuerte impacto en mi país. El impacto más significativo radica en las historias reales que contiene, las tragedias de la vida real y la realidad sobre el terreno. La investigación se basó en el estudio de casos. Las mujeres son mujeres reales: seres humanos, con contextos sociales y políticos, con sus propias historias de violencia y sus reclamos ante la justicia. No son números o estadísticas; de ahí su impacto.



Los cuatro artículos aquí reunidos se refieren a casi todos los aspectos importantes de las conclusiones de la investigación: desde cómo se utiliza la tecnología para violar a las mujeres, la naturaleza de los daños que las mujeres experimentan debido a la VCM relacionada con la tecnología, y los variados objetivos que persigue esta forma de violencia y hostigamiento, hasta la situación del acceso a la justicia para las sobrevivientes, las estrategias que las mujeres han utilizado para superar o poner fin a la VCM, y el papel que juegan en este fenómeno las grandes empresas de tecnología y los intermediarios como Twitter, YouTube y Facebook. Estos son temas bastante voluminosos y esta edición de GenderIT.org apenas puede presentar un resumen de las conclusiones. Sin embargo, bien puede valer la pena que los/as lectores/as dediquen tiempo a estudiar los informes completos y los estudios de casos individuales para llegar a una comprensión más profunda de los temas.



Como investigadora de base, el impacto más importante a nivel personal fue darme cuenta de la gravedad de la VCM relacionada con la tecnología. Debo admitir que al comienzo no estaba convencida de la importancia relativa de estudiarla, ante tanta violencia “real” y los miles de “problemas reales” de este mundo – lo que es extraño, porque yo he sido testigo de VCM relacionada con la tecnología en no poca medida. Pero la investigación me ayudó a obtener una visión y a identificar, articular y definir el problema con claridad. Por lo tanto, sólo el acto de llevar a cabo la investigación fue para mi una revelación, al investigar un estudio de caso tras otro, al tratar de descifrar los enigmas de las leyes y las agencias policiales, al investigar sobre los intermediarios locales.



Otro resultado muy importante de la investigación, en mi opinión, es que se señale a la VCM como una forma de limitar la libertad de expresión. Esta investigación demuestra cómo las mujeres son atacadas no sólo – estereotipadamente – porque se las percibe como “débiles”, sino también porque realmente se atreven a plantear desafíos allí donde ningún hombre se animaría, cuando se convierten en una amenaza para el status quo, cuando sus palabras son más poderosas que la opresión de sus detractores. Esto fue importante para mí a nivel personal, como activista de derechos humanos.



Sin embargo, una de las mejores cosas que sucedieron fue ver a la gente prestar atención. Ver cómo les ganaba la emoción de que alguien se hubiera molestado en estudiar esta forma tan insidiosa de violencia que se está convirtiendo en una maldición para la sociedad; los gobiernos y las corporaciones recibieron un sacudón de sobriedad. Fui testigo del impacto “real” de esta investigación, que yo había considerado “irreal”. Fue la ironía más bella – con la última risa a mis expensas. Y sí que me reí a carcajadas, armada con esta poderosa investigación, reclutando para la causa a legisladores, agentes de la ley, intermediarios y sociedad civil.



Les invito a seguir leyendo y a que me acompañen en mi orgullo de ser parte de este noble emprendimiento.

Add new comment

Plain text

  • Lines and paragraphs break automatically.
  • Allowed HTML tags: <br><p>