La también feminista originaria de República Dominicana, y quien desde los años 70 ha trabajado a favor de los derechos femeninos, consideró que hoy es importante que los gobiernos estimulen a las mujeres para que se interesen y participen en la tecnología y en la sociedad de la información, una esfera en la que aún no están del todo.



Este último concepto no es nuevo, ya que en 2003 y después en 2005 se realizó la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información a fin de que los países tomaran estrategias para impulsar las oportunidades de las personas mediante la tecnología, sin embargo, una parte del movimiento feminista y de mujeres ha sido ajeno a este tema.



A propósito de ello y de la Quinta Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina (AL) y el Caribe, que se realizará del 5 al 7 de agosto en esta capital, Magaly Pineda detalló en entrevista con Cimacnoticias –la primera de una serie de charlas con especialistas presentes en este evento regional– por qué este tema debiera ser de utilidad para las ciudadanas y para quienes se interesan en el cumplimiento de los acuerdos internacionales sobre mujeres, medios y tecnologías.



El encuentro multilateral organizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el gobierno de México contempla mesas de trabajo sobre acceso e infraestructura, economía digital, gobierno electrónico, gobernanza de internet, e inclusión social y desarrollo sostenible.



Sociedad del conocimiento



– Anayeli García Martínez (AGM): ¿Qué significa la sociedad de la información?



– Magaly Pineda (MP): La sociedad de la información es un nuevo paradigma. Desde hace unos años hemos entrado a esta nueva conformación del progreso de la sociedad, que supera las otras etapas de la industrialización.



“Ahora el conocimiento se convierte en la base de la producción de riqueza; lo podemos ver en la lista de los más ricos del mundo, en los primeros lugares están los productores de tecnología.



“En este sistema, en esta sociedad, el conocimiento se constituye como el capital social más importante, y eso está cambiando toda la forma de producción, de creación de riqueza.



“Es como si el conocimiento se hubiera convertido en sí mismo en una industria que produce lo intangible como el software, y lo tangible porque ese software maneja un robot o una máquina que tiene un papel central en un proceso de producción”.



AGM: ¿Por qué debería de importar a las mujeres la sociedad de la información? ¿De qué manera les afecta o beneficia?



– MP: Esta nueva sociedad le abre a las mujeres, por primera vez, un marco importante porque en otros modelos nosotras tuvimos muchas desventajas. En la sociedad medieval, con la agricultura, nos quedamos en la cosecha o en actividades que podíamos decir que no eran las principales.



“En la sociedad industrial se usó la mano de obra de las mujeres, pero nos quedamos en el rol de obreras, mal pagadas y violentadas, y hoy en día estamos en un tránsito entre la vieja sociedad y la sociedad de la información.



“En el capital tradicional los hombres son los primeros, los dueños de las automotrices, de las fábricas de televisores; es una sociedad que nos impuso limitaciones partiendo de que no teníamos las capacidades físicas, o partiendo de prejuicios que nos impidieron o limitaron el acceso a ciertas carreras (académicas)”.



AGM: ¿Entonces hay beneficios para las mujeres?



– MP: Primero, es la primera vez que tenemos un modo de producción que no requiere de fuerza física; ahora no me pueden decir que no tengo músculo o que porque sólo mido cuatro pies no puedo hacer algo. Estamos hablando de conocimiento y mi cerebro es tan productivo o más (que el de los hombres).



“Por otro lado, está comprobado que las mujeres hemos desarrollado en nuestro cerebro unas capacidades muy importantes de hacer muchas cosas a la vez.



“Tenemos un cerebro ‘multitasking’ (de múltiples tareas); abrimos ventanas como en un navegador; pensamos en el niño en el colegio; en el niño que dejé con fiebre; en entregar el informe en la oficina; en comprar un perfume.



“Las nuevas tecnologías y la sociedad de la información en su conjunto nos crean un ambiente muy importante para al fin avanzar en uno de los ‘techos de cristal’ de las mujeres: la posibilidad de alcanzar plena autonomía económica.



“Nosotros sabemos que la autonomía económica ha sido fundamental. Aunque hemos entrado masivamente al mercado trabajo, hay ofertas muy limitadas que no garantizan autonomía económica



“En este nuevo mercado de trabajo podemos acceder a empleos de mayor calidad, de alta remuneración, por lo tanto de mayor impacto en la calidad de nuestras vidas, y en algunos casos –eso habría que tomarlo con pinzas– nos da una flexibilidad laboral que nos permitiría compaginar muchas de las tareas (domésticas, de cuidado y laborales).



“Lo tomo con pinza porque tiene una trampa: podría ser que los grandes propietarios de las empresas de tecnologías nos contrataran sin seguro médico ni pensiones, y fuéramos otra vez como trabajadoras informales sin ninguna garantía para tener cobertura de salud o una pensión para nuestra vejez”.



Educación para las mujeres



La también asesora del Centro Latinoamericano y del Caribe en Género y Sociedad de la Información expuso que hasta ahora no hay políticas integrales, para incorporar a las mujeres a la nueva sociedad.



Pineda advirtió que para ello es necesario tener programas educativos que fomenten que las niñas estudien ciencias y tecnología, así como ambientes sin discriminación en las universidades para que las jóvenes no deserten de carreras consideradas masculinas.



AGM: Menciona varias ventajas, pero no todas son un hecho. ¿No es así?



– MP: Claro; tenemos unas desventajas: primero, que para la producción de las nuevas tecnologías se necesita que seas inteligente, que tengas capacidad de pensar, pero se necesitan algunas carreras que son las que más te potencian para este trabajo.



“En el caso de la producción de infraestructura de software, de hardware, las innovaciones en el campo de la robótica, de la salud, se requiere que vengas de las áreas de ingeniería, y ahí tenemos un tremendo escollo porque en casi todos los países –y más en AL– las mujeres hemos sido apartadas desde niñas del campo de la ciencia y la tecnología, empezando por el horror a las matemáticas.



“Se nos enseña que la matemática no es para niñas, que tenemos muchas habilidades lingüísticas. Todos sabemos lo que eso significa pedagógica y psicológicamente; aunque seas buena, vas perdiendo el interés porque no eres estimulada o empiezas a tener tropiezos, y nadie te ayuda a salir, y cuando empiezas a elegir carrera ya odias las matemáticas.



“Eso es una gran limitante porque no nos permite entrar rápidamente a la productividad y a la economía digital, donde las mujeres podrían empezar a crear empresas y estimular a otras mujeres a tener mayor participación. Por otro lado también se nos limita en el manejo de las nuevas tecnologías en otras carreras”.



AGM: ¿Considera que en la Quinta Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de AL y el Caribe se verán estos temas?



– MP: La Quinta Conferencia tuvo un grupo de trabajo sobre género y tecnología, pero creo que todavía el mundo tecnológico y el mundo que piensa la tecnología, que la piensa políticamente, que escribe sobre ella, que trata de diseñar las políticas, en la misma Cepal, todavía es un mundo donde predomina lo masculino.



“Cuando se habla de cómo incorporar a las mujeres, lo que dicen es ‘cursos de alfabetización digital’ para ellas; es decir, para que las señoras usen el correo electrónico, pero no hay muchos mandatos claros de hacer políticas integrales porque para cambiar este modelo actual necesitamos trabajar desde la educación inicial, con un sistema educativo formal”.



AGM: Para ello, ¿ven la participación de movimientos de mujeres y feministas?



– MP: Ha mejorado con respecto al año 2000 o todavía en 2005, pero hay un elemento generacional. Las feministas mayores, de mi generación –yo vengo de las feministas de los años 70–, somos un poco reacias a los temas de tecnología; la mayoría de AL no hablábamos inglés y éste es todavía un mundo donde el inglés pesa mucho, entonces esto hace que muchas de las feministas entren despacio o con miedo a la tecnología.



A decir de Magaly Pineda, ambos movimientos están en caminos paralelos y por ello no han logrado incluir el tema de género y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la agenda, ya que las expertas en este rubro no hacen alianzas fuertes con el movimiento feminista, pese a que ambos grupos son primordiales para el diseño de las agendas digitales.



Fuente original: Cimac Noticias



Foto: César Martínez López

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