El Colectivo de Acción y Pensamiento Mujeres, Paz y Seguridad es una iniciativa que integra a más de 100 mujeres colombianas provenientes de múltiples sectores: sociales, indígenas, campesinas, afrodescendientes, excombatientes, ecuménicas, académicas, comunidad LBT y exiliadas, algunas de ellas representantes de organizaciones y otras como mujeres independientes.


Un encuentro en Filipinas en el año 2011, fue el antecedente que integró a un grupo muy diverso de mujeres colombianas que llegaron a ese país a conocer acerca del proceso de paz que se adelantaba en su momento. Y fue allí donde, alrededor de la reflexión sobre el papel de las mujeres en el marco del conflicto armado, se crea la idea de pensar la seguridad y la paz en clave de mujer, como consenso ético que requiere el país y une a todas las mujeres independientemente del sector al que pertenezcan.


Así, en el año 2013 se presenta el documento

Pacto Ético por un País en Paz
y en el marco de este consenso se crea el Colectivo de Pensamiento y Acción Mujeres, Paz y Seguridad, como un escenario de encuentro de mujeres colombianas que desde su diversidad, con diferencias sociales, políticas, económicas, étnicas, religiosas, generacionales, de identidades de género y orientación sexual, hablan al país como sujetas políticas, sujetas de derecho y actoras de transformación social, haciendo uso de su ciudadanía activa para ejercer la paz como derecho y como responsabilidad colectiva.


El Pacto consta de 15 puntos los cuales plantean un compromiso con la construcción de un país para todos y todas e invitan a la transformación ética como mujeres y hombres en gobiernos, congreso, instancias de justicia, organismos de control, organismos de control, organizaciones y partidos políticos, organizaciones y movimiento sociales, instituciones educativas, en la casa y en la sociedad en su conjunto.


La apuesta de un país viable para todos y todas se construye desde los disensos y los sueños comunes


Una vez presentado el Pacto Ético en Bogotá, se inició un recorrido por diferentes regiones del país para compartirlo con distintas entidades de la sociedad civil y de gobierno en los territorios, con el objetivo de que lo apropiaran y construyeran lineamientos de acción ciudadana a partir los puntos planteados en el pacto. Este ha sido un ejercicio de posicionamiento permanente durante estos tres años con la convicción de que es posible transformar transformándonos, como un principio de reflexión y acción hacia el país que soñamos.


En el marco de esta apuesta se han planteado varios escenarios como la Mesa Técnica de Seguridad, la cual convoca a representantes de la fuerza pública (policía, ejército, fuerza aérea y armada nacional) y mujeres de distintas regiones del país, en una conversación sin precedentes planteada para escuchar, comprender, reflexionar, evaluarse y reconfigurar la construcción de nuevas relaciones desde la diversidad y la mirada territorial.


Esta Mesa Técnica plantea la manifestación real de uno de los principios más importantes del Colectivo: diálogos inimaginables diálogos posibles, porque la apuesta de un país viable para todos y todas se construye desde los disensos y los sueños comunes.


En este proceso de concepción, diseño y proyección del Colectivo y del Pacto Ético, es importante mencionar el rol de la Corporación de Investigación y Acción Social y Económica – CIASE como organización que articula y promueve el diálogo constante, el análisis de contexto y la manifestación conjunta frente a las situaciones que afectan la paz y la seguridad de las mujeres en el país. Actualmente, CIASE realiza la asistencia técnica del Colectivo.


. Esta ha sido una experiencia principalmente de grandes aprendizajes y comprensión del contexto de país desde la voz de las mujeres y sus territorios


Desde Colnodo hemos participado en el Colectivo aportando al concepto de seguridad una mirada desde los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales, compartiendo conocimientos respecto a la prevención de violencias de género que se presentan en el uso de las TIC y vinculándonos a espacios de formación y movilización permanente. Esta ha sido una experiencia principalmente de grandes aprendizajes y comprensión del contexto de país desde la voz de las mujeres y sus territorios, en el marco de los acuerdos de paz.


La paz y la seguridad como apuesta política


Pensar la paz y la seguridad en el Colectivo ha sido una tarea ardua que atraviesa directamente un accionar ético y político. Desde el Colectivo se concibe la seguridad en el sentido más amplio y humanista de la palabra, basado en la realidad de las mujeres en los territorios y en la transformación de paradigmas que han perpetuado la violencia hacia las mujeres.


Por esta razón, se habla de seguridad como las garantías que deben tener las comunidades para vivir en condiciones de dignidad y preservar la vida, promover la seguridad alimentaria y económica, y también fortalecer la participación y el liderazgo de las mujeres en sus regiones.


Y es especialmente en el fortalecimiento de la voz de las mujeres en los territorios donde radica el concepto de seguridad como apuesta política. Por esta razón, son múltiples los esfuerzos que se hacen desde el Colectivo en la formación de las mujeres y la consolidación de sus organizaciones para promover los 15 puntos de Pacto Ético, generar acciones conjuntas y posicionar la presencia de las mujeres en los espacios de participación y decisión de los municipios donde tiene presencia el Colectivo.


Para posicionar esta apuesta, el Colectivo ha implementado una estrategia con diversos espacios de encuentro, por ejemplo, las reuniones periódicas que se realizan cada 15 días son decisivas para el análisis de contexto y la proyección de acciones conjuntas; la Mesa Técnica de Seguridad mantiene el diálogo constructivo entre las mujeres representantes de las diversas regiones del país y la representación gubernamental en este tema. La Cumbre de Mujeres y Paz plantea una acción amplia, de carácter nacional, que convoca diversas redes de mujeres para posicionar una mirada conjunta con el acompañamiento de ONU Mujeres.


Desde la línea de gestión del conocimiento se han llevado a cabo actividades de investigación a la resolución 1325 de Naciones Unidas, las cuales incluyen informes de monitoreo y recomendaciones a la territorialización de la misma.


Las TIC como herramienta clave para la participación de las mujeres


“Cuando me contrataron en CIASE para coordinar el área de comunicaciones y dinamizar el proceso del Colectivo de Acción y Pensamiento Mujeres, Paz y Seguridad, me preguntaba cómo iba a lograr visibilizar las voces de las mujeres presentes en diversas regiones del país, y descubrí en el uso de las tecnologías de información y comunicación una plataforma propicia, incluyente y que se adapta fácilmente a las distintas condiciones de los territorios”, expresa Juliana Gutiérrez cuando se le pregunta acerca del uso de las TIC en la dinámica del Colectivo.


En procesos plurales y de participación remota las TIC se convierten en dispositivos poderosos dadas sus características de variedad y versatilidad. A través de la combinación de herramientas de mensajería instantánea, teleconferencias, llamadas, páginas web, redes sociales, animaciones y plataformas de aprendizaje virtual, el Colectivo ha logrado reunir distintas lecturas de la realidad que tienen las mujeres colombianas en distintas regiones del país y del mundo.


Experiencias como las Escuelas Virtuales para el empoderamiento y accionar político, proyecto liderado por CIASE y en el cual han participado mujeres del Colectivo con presencia en departamentos como Santander, Boyacá, Valle del Cauca, Guainía, Nariño, Cauca y Vichada, han permitido fortalecer sus conocimientos en derechos humanos y liderazgo político, intercambiar saberes acerca de los procesos de paz que se adelantan en los territorios e incorporar en la agenda las organizaciones los acuerdos del Pacto Ético.


En procesos plurales y de participación remota las TIC se convierten en dispositivos poderosos por su variedad y versatilidad


Es importante mencionar que aquellas mujeres que se destacan durante el proceso formativo de las escuelas virtuales, posteriormente pueden ejercer como facilitadoras en sus territorios, motivando a otras mujeres a participar, acompañándolas en el uso de las herramientas TIC y animándolas a que participen de las actividades del Colectivo.


De otra parte, las herramientas de mensajería instantánea que operan desde un teléfono inteligente o desde un computador, permiten informar y difundir un mensaje a la mayor brevedad, superando fácilmente las fronteras geográficas que separa los municipios del país. El uso de este tipo de herramientas ha permitido conocer situaciones de violación de derechos humanos de manera casi inmediata, activar las alarmas y rápidamente comunicar a los entes de control, hacer denuncias públicas y movilizar la solidaridad y el apoyo con la situación que se presente.


La combinación de distintas herramientas ha permitido a las mujeres gestionar de manera más eficiente los desafíos en materia de derechos humanos, saber que no son invisibles, que están acompañadas aún en la distancia


Para las reuniones periódicas resultan muy útiles las herramientas que ofrecen el servicio de teleconferencia, las cuales permiten conectar a las mujeres que no pueden asistir de manera presencial, participar de las discusiones, generar acuerdos y viabilizar el plan de acción del Colectivo.


Adicionalmente, las redes sociales se utilizan para posicionar la postura del Colectivo respecto a un tema en particular, movilizar la opinión pública a través de comunicados, fotografías y videos y convocar encuentros presenciales de manera masiva. Este espacio se convierte en un medio de comunicación importante por la cantidad de personas que utilizan las redes sociales y la masificación de los dispositivos móviles.


En conclusión, desde la experiencia del Colectivo, la combinación de distintas herramientas tecnológicas de comunicación e información le ha permitido a las mujeres gestionar de manera más eficiente los desafíos en materia de derechos humanos, saber que no son invisibles, que están acompañadas aún en la distancia, que lo que sucede en su territorio es evidente a través de una cadena de voces que no se calla, que sus luchas son las luchas de todas, que existen también a través de las sinergias, la solidaridad y el apoyo de una red. Y esto contribuye sin duda a la creación de agentes de cambio social y político capaces de liderar los procesos de territorialización de la paz y de reducción de la brecha digital de género.


Fuentes:

Juliana Gutiérrez Rueda, comunicadora de CIASE

Liliana García, profesional de proyectos de CIASE


Foto: Juliana Gutiérrez Rueda, comunicadora de CIASE

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