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Este informe surge de una investigación realizada entre abril de 2013 y junio de 2014 por Bytes for All, Paquistán, y la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) como parte del proyecto multinacional “Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea”.

En Paquistán se dan altos niveles de violencia de género que forman parte de su historia cultural y religiosa. Esta violencia se acentúa con la fragilidad de los organismos a cargo de aplicar las leyes y del proceso judicial, además de la general falta de interés social en castigar los delitos que se cometen contra las mujeres. Con este telón de fondo, el uso creciente de las tecnologías de la información – sobre todo, la telefonía móvil – no sólo refleja el problema de la violencia contra las mujeres en Paquistán sino que además lo está exacerbando.

Este informe utiliza tres estudios de caso en profundidad para explorar cómo se usa la tecnología para perpetrar violencia contra las mujeres, los daños que experimentan esas mujeres y la falta de preparación de los organismos legales y del propio gobierno para frenar este tipo de violencia. El informe se enfoca específicamente en el acceso de las mujeres a la justicia mediante soluciones legales y privadas nacionales, además de subrayar la voz y la capacidad de acción de dichas mujeres. El año pasado, Bytes for All publicó mapeos detallados del marco legal de Paquistán y las políticas de los intermediarios locales de TIC, que ofician como contexto más profundo para esta investigación.

El informe concluye que la tecnología no sólo refleja la violencia existente fuera de línea, sino que puede incluso ser su principal promotora. Las mujeres se ven obligadas a enfrentar ataques violentos y sexualizados por ejercer su derecho a expresarse, tanto en línea como fuera de ella. Dado que la expresión en línea se preserva en múltiples lugares por períodos de tiempo indefinidos, tiene un ciclo vital más largo que el discurso fuera de línea y convoca rápidamente por internet a pandillas de linchamiento que claman por violencia. El informe muestra que hay grandes probabilidades de pasar a la violencia física. La brevedad, la inmaterialidad, la descontextualización y la distancia inherente a los espacios virtuales pueden ser causa, en y por sí mismas, de un comportamiento polarizado, extremo o violento.

En el volátil clima religioso y político de Paquistán, el fundamentalismo religioso constituye un obstáculo para las mujeres a la hora de acceder a la justicia. Debido a una extendida cultura de la impunidad, las tres sobrevivientes encuentran que la aplicación de la ley constituye una parte del problema, que también incluye la falta de capacidad de la policía para lidiar con los ciberdelitos, la corrupción policial y, como sucedió en una instancia, que incluso la policía puede resultar sospechosa de estar cubriendo a los agresores.

Existen muchos vacíos en las políticas de las plataformas de internet donde ocurren situaciones de violencia contra las mujeres relacionada con la tecnología y, para las mujeres de Paquistán, el idioma constituye una de las principales preocupaciones. Facebook, por ejemplo, dijo no poder identificar discursos del odio que no fueran en inglés. El mecanismo de denuncia de Twitter, en su momento, exigía que quien realizara la denuncia tuviera documentos de identidad en inglés.

Por su parte, la Autoridad de Telecomunicaciones de Paquistán elaboró varias normativas para regular el abuso y la agresión por telefonía móvil, pero no incluyó cláusulas relativas a la violencia en línea contra las mujeres.

El informe concluye con una serie de recomendaciones concretas para prevenir y controlar la violencia contra las mujeres mediante el uso de tecnología. La lista incluye instancias de consulta gubernamental con la sociedad civil, reforma de la policía, mejorar la legislación y asegurar su implementación y generar una mayor conciencia sobre cuestiones de género en la sociedad civil paquistaní. El informe – y los estudios de caso correspondientes – ofrece valiosas pruebas y sus autores/as llaman al gobierno, al sector privado y a la sociedad civil de Paquistán a acabar con la impunidad de quienes cometen delitos contra las mujeres relacionados con la tecnología.

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Esta investigación forma parte del proyecto de APC “Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea” financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda (DGIS).

Bytes for All (B4A), Paquistan es una organización de derechos humanos y un think tank de investigación con foco en las tecnologías de información y comunicación. Es una organización miembro de APC y socia en el proyecto “Basta de violencia: derechos de las mujeres y seguridad en línea”.

Year of publication

2014

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