8. ÖKA̱MA̱ Y LAS SEMILLAS DEJADAS POR SIBÖ

Cuentan nuestros abuelos y abuelas que antes de que existiera lo que ahora tenemos como nuestro planeta, las primeros en existir fueron las plantas y por esa razón, ellas son nuestras hermanas.

Antes que existiera el sol, el mundo todo era oscuridad, una oscuridad ocho veces más espesa que la que tenemos ahora, no existía el día.

Sibö pensaba: ¿cómo puedo crear el mundo para traer las semillas que están en Sulá Ka̱ska?. El gran Sibö estaba en el aire, sosteniendo su gran bordón (báculo) que usan los mayores para caminar. Este báculo indica que es un mayor con gran conocimiento ancestral.

Nos cuentan que la sabiduría de Sibö flotaba en el aire. Sibö no hablaba, él iba haciendo las cosas con el pensamiento. La luz y la sabiduría flotaba en el aire. Así de esta forma fue construyendo.

En ese momento Sibö dijo: quiero que venga el Rey Zopilote a ayudarme a hacer el poste principal donde está la puerta, al este. Está ubicado al este para honrar al gran Sibö que es la máxima representación de la luz y es único ( El término Dios no existe en nuestra cultura ).

Así de esta forma Sibö llamó a muchos ayudantes como al armadillo, al tigre y así a otros seres que entonces eran como personas y que estuvieran cerca de a él. Así Sibö hizo los postes como los anillos que representa la casa cónica.

Nos cuentan que el primer anillo representa donde Sibö lucha contra los Sorbulú o los seres de la oscuridad. Estos seres querían detenerlo porque sabían que él era luz en la oscuridad. Ellos pensaron: eso no es bueno para nosotros, hay que detenerlo. Cuando Sibö y sus ayudantes vencieron entonces estos Sorbulus pasaron al siguiente anillo que representa la oscuridad circular más profunda.

Así de esta forma Sibö pudo traer sus semillas, las personas indígenas, para ser resguardada en ese primer anillo y de esta forma cantar y danzar para recordar nuestra creación.

En el segundo anillo circular es donde Sibö resguardó al primer descendiente del Sikua (no-indígenas) es por esta razón que las personas no-indígenas cuando fallecen dicen que van para el cielo. También a los no-indígenas Sibö les dio la potestad de ir a las profundidades de los océanos, de ir al espacio y de inventar tecnología.

Los y las mayores mayores también nos cuentan que a veces el no-indígena piensa estar por igual que Sibö pero cuando fracasan en sus inventos entonces se dan cuentan que no pueden ser como Sibö. Los sabios y las sabias nos cuentan que la tecnología del Sikua no fue dejado para nosotros las semillas (las personas indígenas) ya que nuestro propósito es cuidar de la madre tierra y que sí podemos utilizar estas tecnologías, pero siempre con cautela.

Con este pequeño resumen que describe mi ilustración les comparto nuestro saber respecto a nuestra creación y de cómo al Sikua se le dejo la potestad del conocimiento tecnológico de metal. El dibujo representa parte de la historia.